Puff era un drac màgic

Vuelvo a casa despues de una dura jornada de trabajo. Pongo música y la melodia que hinunda la habitación no es otra que... Puff, el drac màgic.

La primera vez que escuché, hace mucho tiempo ya, esta canción me cautivó. La dulzura de sus acordes, la tonada kumba, el poder de libertad que ofrece sus palabras, esos amigos imaginarios que nos acompañan y la tristeza de una historia fantàstica que se termina por descubrir esa otra vida llena de sorpresas que cierra la puerta de la infancia para abrirnos la ventana de la conciencia y madurez...

Hoy me siento un poco Puff ... Quiero salir a jugar, a fantasear, a recorrer esos caminos de ilusión, a asustar a los principes y princesas y volver a la cama con una gran sonrisa para esperar ansiosa mirame otra vez en el fondo de sus ojos y empezar otro viaje lleno de inocencia y fantasía.

Pero como al dragón, siento que la gente ha crecido, que traspasa las fronteras de la responsabilidad y se quedan allí anclados con el único fin de vivir una vida acomodada, olvidando aquellos sueños a los que nos aferrabamos ayer...

Como él, me sumergiré en mi cueva para llorar vuestra ausencia y esperaré a la luna nueva para que ilumine mis noches vacías de risas, de travesuras, de inconciencia...