ReEncuentro II

Parece que la racha de reencontrarme con las cosas y rememorar viejos recuerdos perdura en mis momentos de confusión...

Despues de una dura mañana de trabajo nos hemos ido a comer a un sitio diferente a la ruta de restaurantes que suele estar fijada. Los alimentos que hemos metido en nuestros cuerpos no han estado mal, el precio asequible y la compañia... no me puedo quejar.

Hemos vaciado los vasos, limpiado los platos, plegado las servilletas y observando que ni los postres ni el café eran de nuestro gusto, nos hemos levantado en busca de otro lugar donde saciar la vieja costumbre del cigarro y la cafeina. Fuera, en la calle, hemos dudado durante unos minutos hacia donde tirar pero al final esa bombilla que en ocasiones ilumina mis ideas nos ha llevado hasta el cafè del Centre.

Lugar histórico donde los haya, fundado en 1873, repleto de fotos de las diferentes épocas, mesas de mármol con sillas de mádera, rádios antiguas decorando las paredes, espejos inmensos reflejando diferentes realidades, biombos plegados esperando ser usados para dar el caliu a las reuniones literarias tardías, máquinas registradoras con mil teclas casi imposibles de manejar y algunos objetos mas de aquellos lejanos y no tan lejanos años.

Hace un tiempo atrás, un año dos como mucho, yo me dejaba caer por dicho lugar para escuchar, aprender, criticar, dar a conocer mis pensamientos en forma de poemas, crear una nueva realidad entre el humo y vasos de diferentes tamaños... Pero sobretodo conocer, conocer una nueva dimensión de la vida através de las palabras, un rifi rafe entre dos personas armados con versos cargados de ironía, de odio, de melancolía y todos los allí presentes esperabamos la defensa ansiosos de gozar con aquellos rapsodas... que habrá sido de aquel grupo de locos callejeros?

Ahora llego a casa y buscando unos papeles entre el montón... aparecen unas fotos del verano en Lesaka. Cuanto nos pudimos llegar a reir, a vacilar, a sentirnos como quinceañeras en busca de una foto, una mirada, un autografo o una sonrisa de los hermanos.

Y por último... la música... Vivo para Contarlo de Fito&Fitipaldis. Directo en Bilbo en el Aste Nagusia del año pasado... En fin recuerdos, recuerdos y mas recuerdos para acompañar al presente y generar otros nuevos en un futuro inmediato junto a vosotros... Eskerrik asko por darme estos momentos, a los de aquí, a los de allá y a los de un poquito mas allá.